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Más de 40 activistas renunciaron a Voluntad Popular denunciando “faltas y malas prácticas” dentro del partido

El pasado martes, más de 40 activistas de Caracas, Miranda, Anzoátegui y Portuguesa, renunciaron a sus cargos y militancia en Voluntad Popular. Según una carta publicada por los dirigentes juveniles, el motivo de la renuncia fue el régimen de “faltas y malas prácticas” dentro de la tolda naranja.

Entre los activistas, se encuentran David Sosa, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela, Terry Villanueva, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Alejandro de Humboldt y coordinador del Frente Estudiantil Nacional de Juventudes VP, y Ricardo Millán, coordinador de Organización nacional de Juventudes VP.

“No se puede pretender rescatar las instituciones de Venezuela, cuando no cultivas y respetas los mecanismos institucionales", se lee en la carta.

Este hecho se suma a la renuncia de más de 100 activistas que, semanas atrás, abandonaron públicamente el partido en una rueda de prensa y se produce un par de meses después de que VP anunciara un proceso de renovación y relegitimación, encabezado por Freddy Superlano.

¿Qué nos dicen estas renuncias sobre el estado del partido que dirige Leopoldo López y donde una vez militó Juan Guaidó? ¿Y sobre el estado de los partidos políticos en Venezuela? ¿Es posible una renovación efectiva de los partidos en el país?

Para averiguarlo, conversamos con los activistas. La conversación fue editada por motivos de extensión.

El motivo de la renuncia

Para David Sosa, lo que motivó su renuncia es que “las instituciones del partido están deterioradas y no hay voluntad real para su mejoramiento”. “Esto hace que las violaciones a los estatutos sean sistemáticas y diarias”, afirma.

Por su parte, José Romero, Secretario de Cultura de la FCU UCV y exactivista de VP en Caracas, nos relata que se cansó de ver como “algunos dirigentes hacían la vista a un lado ante injusticias, violaciones a los estatutos y malas prácticas”, todo por un interés político o particular. “Era imposible luchar por la democracia desde una institución donde no se practica”, espeta.

Mariandreina Montilla, exactivista de VP en Caracas, quién renunció en rueda de prensa junto a 100 activistas del partido, coincide que su renuncia se debe al deterioro institucional de la organización. En los últimos tiempos, relata que su equipo enfrentó “un sin fin de injusticias”, las cuales “no tuvieron respuestas por parte de las autoridades del partido”.

“No se puede pretender rescatar las instituciones de Venezuela, cuando no cultivas y respetas los mecanismos institucionales"
-Carta de renuncia de activistas de VP

Para ella, Voluntad Popular “se convirtió en un espacio de poca coherencia, en un lugar que no brinda condiciones ni posibilidades de crecimiento para sus bases”.

Carla Lucius, excoordinadora de la parroquia La Candelaria, señala las “prácticas no acordes con los principios fundamentales de la organización” y la “toma de decisiones impuestas y de forma inconsulta”, como motivo de su renuncia.

Terry Villanueva, presidente del Centro de Estudiantes de la Universidad Alejandro Humboltd, es tajante. “Renuncié a Voluntad Popular porque las complejas realidades internas de la organización me impedían seguir siendo útil en la lucha por la democracia”, nos dice.

“Faltas y malas prácticas”

En su carta de renuncia, los activistas denuncian un “régimen sistemático de faltas y malas prácticas” dentro del partido. ¿Qué quieren decir con esto? Profundicemos al respecto.

Para David Sosa, estas malas prácticas implican la falta de discusión política dentro de la organización y la “tolerancia con infractores de los estatutos y la natural ética que debe existir en el comportamiento de un activista”.

Mariandreina Montilla señala el daño que le hace “el amiguismo” al partido. “Si alguien comete una falta y es amigo o está "apadrinado" por algún miembro de la directiva sus acciones no tienen consecuencias”, relata.

Falta de democracia interna, de disposición a aceptar críticas y de escuchar a las bases, son alguno de los factores que, de acuerdo a Carla Lucius, ilustran este régimen de faltas.

José Romero crítica la dinámica interna del partido. “Eran más las intenciones de eliminar a la competencia que la de construir partido”, señala. Villanueva coincide. “Hay liderazgos en VP que llegan al grado de legalizar malas acciones por tener un cargo o responsabilidad importante”, explica.

Voluntad Popular y los partidos en Venezuela

En los últimos tiempos, se habla de la necesidad de renovar los partidos políticos en Venezuela. La sociedad pide caras nuevas que traigan ideas frescas y estrategias asertivas para luchar eficazmente contra el régimen de Nicolás Maduro.

Por ello, con estas renuncias masivas a Voluntad Popular, surge una interrogante: estas faltas que denuncian los activistas, ¿son exclusivas de Voluntad Popular o también se extienden al resto de los partidos en Venezuela? ¿Son la excepción o una lamentable regla?

Dejemos que estos nos respondan.

“Creo que el sistema político venezolano necesita una profunda renovación”, dice David Sosa. No obstante, advierte que esa renovación debe ser real y no “procesos que se vendan hacia afuera como renovaciones, y hacia adentro reflejan solo imposiciones y legitimaciones”.

Por su parte, José Romero cree que este régimen de faltas no es exclusivo de VP y se extiende a los demás partidos. “Todos nuestros partidos políticos atraviesan una profunda crisis”, afirma. “Muchos comparten las fallas de Voluntad Popular y muchos otros incluso las empeoran y tienen fallas más graves”, argumenta.

Sin embargo, encuentra una diferencia fundamental. “Hay partidos donde el dirigente habla y se le escucha con sinceridad. Uno de esos no es Voluntad Popular”, expone Romero.

“Conozco de cerca la situación de otros partidos por testimonios de amigos y compañeros, muchos afirman que la situación es igual o peor”, nos relata Mariandreina Montilla. Agrega que luego de las renuncias masivas en VP, los partidos políticos empezaron a dirigirse a la opinión pública anunciando procesos de legitimación interna.

Montilla duda de estos procesos y se pregunta si realmente habrá cambio. “Para mí, fue una acción apresurada por el miedo que le generó la posibilidad de ver a sus activistas haciendo público su descontento”, sostiene.

Villanueva es más moderado. “Ninguna organización política escapa de que su militancia en un momento determinado cometa malas prácticas”, matiza.

La renovación frustrada

Los dirigentes juveniles coinciden en el deterioro de los partidos políticos en Venezuela. Señalan la falta de deliberación y democracia interna, formación ideológica e instituciones y reglas claras para dirimir los conflictos.

Entre las causas, David Sosa, estudiante de Ciencia Política en la UCV, destaca la naturaleza del adversario. A su juicio, “esta situación ha sido incluso inducida por el régimen autoritario para debilitar o anular a los factores políticos democráticos organizados”.

La gran pregunta es ¿Cómo solucionarlo?

Para José Romero, los partidos “deben entrar en un sincero proceso de revisión interna” que desemboque en una “renovación de sus dirigentes en todos los ámbitos”.

Montilla coincide en que muchas de las causas del debilitamiento de los partidos es el régimen autoritario de Nicolás Maduro. Sin embargo, opina que si los partidos “aspiran a que no sigan mermando su militancia”, deben hacer “una reflexión profunda y de verdad trabajar en innovar la forma de hacer política” en Venezuela.

“Creo que el sistema político venezolano necesita una profunda renovación”
-David Sosa

Por su parte, Carla Lucius propone la realización de procesos de “reorganización, renovación y legitimaciones internas reales, honestas, transparentes, justas y equilibradas” como forma de solucionar la crisis de los partidos.

El cambio necesario

Los partidos políticos más importantes del país, como Voluntad Popular, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo, anunciaron procesos de renovación interna como respuesta a las presiones de sus bases, los resultados del 21 de noviembre y la venidera elección presidencial de 2024.

¿Son suficientes estos procesos? ¿En qué desembocará? Le preguntamos a los activistas.

David Sosa cree que hay dirigentes que apuestan honestamente a este proceso de cambio dentro de los partidos, sin embargo, señala que “hay fuerzas que resisten a la misma y la empujan en sus reglas y bases electorales más bien a ser procesos de relegitimación”.

En lugar de mostrar caras nuevas y formas distintas de hacer política, a su juicio, estos procesos desembocarían en legitimar a los mismos actores.

“Conozco de cerca la situación de otros partidos por testimonios de amigos y compañeros, muchos afirman que la situación es igual o peor”  
-Mariandreina Montilla

En relación al proceso de relegitimación anunciado por Voluntad Popular, Carla Lucius opina que este no es suficiente. “No era un proceso real de renovación, sino simplemente de relegitimación”, estima.

Mariandreina Montilla coincide con la opinión de sus compañeros y añade la falta de cultura organizacional. “Si no hay una cultura organizativa, donde se respeten las normas y la institucionalidad en sí misma, ese proceso será tan solo una fachada para disfrazar el fondo de lo que ocurre”, explica.

Villanueva también es enfático. “La intención de este proceso es relegitimar los mismos liderazgos que han ocasionado tantos daños y fallas a la organización”, comenta.

Romero comparte las dudas de sus compañeros y predice un resultado poco favorable al proceso. “Ese proceso va en camino a convertirse en una pantomima”, advierte.

Una política que ilusione a la juventud

En su carta, los dirigentes dicen que trabajarán por tener  una política que “ilusione a la juventud y nos brinde perspectivas de cambio en el presente y para el futuro”. ¿Cuáles son sus elementos? ¿Qué debe tener un partido o una organización para que los jóvenes en Venezuela se entusiasmen a formar parte de este?

David Sosa lo tiene claro y enumera los siguientes elementos: “Objetivo claros. Alineación en valores y principios. Debate constante y real con la base. Respeto a los órganos de funcionamiento y normas estatutarias y enfoque en la solución estructural a los problemas de Venezuela que no es otra que el cambio político”.

“La intención de este proceso es relegitimar los mismos liderazgos que han ocasionado tantos daños y fallas a la organización”
-Terry Villanueva

“Transparencia, participación de las bases y enfoque en la salida del autoritarismo del poder”, estos son los elementos que José Romero quisiera ver en los partidos.

“Coherencia, sinceridad, meritocracia”, son los valores irrenunciables que, para Mariandreina Montilla, un partido debería tener.

Para Terry Villanueva, los partidos deben enfocarse en generar espacios de crecimiento para sus bases. De lo contrario, se produce el estancamiento de su liderazgo.

Conexión real con las bases. Este es el elemento que Carla Lucius señala como indispensable en las organizaciones políticas. “La nueva forma de hacer política debe escuchar a sus bases, estar conectada con la realidad de cada comunidad, y de cada parroquia, escuchar realmente al ciudadano”, explica.

Nuevos aires, un mismo objetivo

¿Cuáles serán los próximos pasos de estos dirigentes? ¿Se irán a otro partido? ¿Dejarán de hacer política y se dedicarán al ámbito privado? Se lo preguntamos.

“Iniciaremos conversaciones con todos los sectores democráticos del país, y evaluaremos las mejores opciones”, adelanta David Sosa. Entre sus alternativas, no descarta “crear una organización o incorporarnos a alguna”.

Agrega que se lo tomarán con calma. “Lo que sí tenemos claro es que a pesar de nuestra vocación de poder y servicio no estamos apurados, somos jóvenes”, explica el presidente de la FCU UCV.

“No dejaré de luchar y hacer política en y por Venezuela”, nos comenta José Romero. Añade que, junto a sus compañeros, evalúan conjuntamente sus nuevos pasos.

La democratización de Venezuela

Represión, hambre, persecución política. La promesa rota de universidades funcionales que te formarán para la vida. Las frustraciones de hacer política contra un régimen autoritario que hizo emigrar a sus amigos y familiares, y que desató en el país una Emergencia Humanitaria Compleja. La vida social limitada por la peor crisis económica que un país ha vívido sin estar en guerra. La cercanía de la muerte por la inseguridad. Y una pandemia global.

“La nueva forma de hacer política debe escuchar a sus bases, estar conectada con la realidad de cada comunidad"
-José Romero

En este escenario se han desenvuelto estos activistas. Después de todo lo vívido, ¿siguen creyendo en el cambio político? ¿Son optimistas? ¿Cómo está su estado de ánimo?

“Muchos familiares en el exilio, tres detenciones arbitrarias, ataques y amenazas no han sido suficientes para hacerme creer que todo está perdido”, afirma David Sosa.

“Esto no es una carrera de 100 metros planos, es una maratón que se gana con persistencia”, añade.

“El germen de la lucha por la democracia parte de que los ciudadanos no nos rindamos”, dice José Romero. Estima que los años siguientes serán claves para definir si hay una oportunidad para la libertad o si, por el contrario, el chavismo consolida su modelo de dominación.

“No dejaremos de luchar por la libertad y democracia de Venezuela”, finaliza Terry Villanueva.

“Mis ansias de libertad están intactas. Sí, soy optimista; hay mucha gente buena, talentosa y trabajadora que día a día se esfuerza por materializar la libertad que sueña”, nos cuenta Mariandreina Montilla.

Carla Lucius también es optimista. “Mientras estemos dispuestos a dar el todo por el todo, para mi siempre habrá esperanza”.

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