El 14 de noviembre de 2019, Yeissel Pérez se convirtió en la primera mujer en presidir la Federación de Centros Universitarios (FCU) de la Universidad del Zulia (LUZ), uno de los centros de educación superior más prestigiosos de Venezuela, y en el que no se celebraban elecciones por cargos de representación estudiantil desde hace 10 años.

Pérez, estudiante del octavo semestre de Ciencia Política, se convirtió así en la máxima representante de la comunidad estudiantil de LUZ y entró a la palestra pública como uno de los liderazgos emergentes del país.

Tres meses después de su asunción como presidenta de la FCU, ha centrado sus esfuerzos en paliar el decadente estado de las instalaciones de la universidad, que ha sido abandonada a su suerte por el Estado venezolano, y en movilizar al estudiantado para que reclamen por sus derechos.

La Sentencia 324: La universidad vs el totalitarismo

El 27 de agosto de 2019, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia al servicio del régimen de facto que gobierna Venezuela, emitió la sentencia 324. En esta, se ordenaba a las universidades Central de Venezuela (UCV), del Zulia (LUZ), de Los Andes (ULA), de Carabobo (UC), Nacional Experimental del Táchira (UNET), Nacional Experimental de Puerto Ordaz (UNEXPO), Simón Bolívar (USB) y Centro Occidental Lisandro Alvarado (UCLA), celebrar en los próximos seis meses comicios para renovar a sus autoridades rectorales y decanales. En caso de no hacerlo, se declararía “vacante absoluta” de estos cargos.

El plazo que estipula la sentencia se cumple el 27 de febrero. De no cumplirse la sentencia, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) podría nombrar las nuevas autoridades.

Esta medida constituye una nueva arremetida del chavismo contra las universidades nacionales, espacios donde, en un plazo de 14 meses, sus candidatos a los máximos cargos de representación estudiantil han sido ampliamente derrotados por las alternativas democráticas. Primero en la UC, luego en la UCV y, más recientemente, en LUZ y ULA.

El chavismo siempre ha tenido como objetivo tomar las universidades y, de espacios destinados al conocimiento y la pluralidad de ideas, convertirlas en meros centros de adoctrinamiento sobre la verdad y la neolengua oficial. Han intentado las vías de la asfixia presupuestaria, el fomento de la deserción, el terror, la persecución y el amedrentamiento. Y han fracasado.

La sentencia 324 es un nuevo artilugio leguleyo mediante el cual el régimen busca reducir la ya pequeña brecha que los separa del totalitarismo.

Sobre las consecuencias que esta medida pueda tener en la universidad venezolana, así como su visión sobre la universidad y el país del futuro, en Politiks conversamos con Yeissel Pérez, presidente FCU de LUZ. A continuación, nos cuenta como, desde LUZ, los estudiantes se han preparado para asumir el reto de la universidad Vs. el totalitarismo.

-¿Qué te motivó a postularte para el cargo de representación estudiantil más importante del país?

R: El amor por mi universidad. El amor por hacer las cosas diferentes. El amor por vencer al sistema. Todos los sueños de construir un mejor país, de no rendirme, y de inspirar a otros jóvenes que, para llegar a cargos en política en nuestro país, se tiene que tener mucho compromiso con la universidad, con Venezuela, con la política y sobretodo inspirar a los demás con que la política si puede, y tiene que ser diferente.

-¿Cuál sido el reto más importante que has tenido que asumir hasta ahora al frente de la FCU?

R: Sin duda alguna ser presidenta de la FCU no es igual a ser presidente hace 10 años atrás, la situación, el contexto país no es nada parecido al actual, que la dictadura se ha amarrado más y que ser un perfil político elevado estudiantil tiene sus costos a nivel de seguridad, a nivel de muchas cosas que implican el propio nivel de bienestar personal. Sin duda alguna el reto más importante que me ha tocado asumir es restearme ante la dictadura y hacerle frente sin tener miedo.

-¿Cuáles son las principales políticas que has promovido desde la FCU?

R: Una universidad sostenible. Sin duda alguna hablar de una universidad autónoma crea cierta contradicción cuando nosotros dependemos económicamente del Estado. Realmente, crear una universidad sostenible en la cual podamos generar ingresos propios. Si la podemos construir ahorita nos evita problemas a futuro, ya que no vamos a depender de ningún gobierno de turno, sea dictatorial, sea democrático, o sea la clasificación que sea, ya no vamos a depender de él, y así va a ser una universidad autónoma. También he promovido la formación de liderazgo y la recuperación de espacios.

-¿Cómo enfrentarán desde la FCU la sentencia 324 del TSJ? ¿Qué estrategia tienen en la FCU desde la Confederación de Estudiantes?

R: Bueno la Confederación de Estudiantes es una articulación nacional de todas las Federaciones, y de todas las representaciones estudiantiles de las universidades bien sea públicas, privadas o experimentales. La idea con esto es articular todo el movimiento estudiantil nacional no solo para la sentencia 324, sino para todo el contexto que vive el país.

Estamos enfrentándola ya, realmente si hay una estrategia clara desde todas las federaciones que comienza desde la agitación de la calle, por eso nos han visto en protestas desde varios estados, hoy (#18Feb) fue en el Zulia, ayer comenzamos en asambleas universitarias y así vamos a estar yendo hasta crear un buen musculo con el que podamos salir no solo en defensa de las universidades sino en defensa de Venezuela.

-Y si el chavismo logra tomar LUZ, ¿Cuál será la respuesta desde la FCU?

R: Bueno mi respuesta siempre la han tenido: el rechazo. No se puede tomar, en el caso del vicerrector administrativo, que es el que están nombrando, el que está impuesto por parte del chavismo, sería muy triste lo que fuera a pasar ahí, porque ciertamente, aunque tenga un cargo y existan ciertas número de personas que lo respalden, la mayoría de la universidad sabemos de cual tendencia es: opositora.

El chavismo siempre ha tenido como objetivo tomar las universidades y, de espacios destinados al conocimiento y la pluralidad de ideas, convertirlas en meros centros de adoctrinamiento sobre la verdad y la neolengua oficial.

No creo que logren tomar LUZ. No sé en qué instancias puedan tomar el vicerrectorado administrativo, si lo van a tomar o no, que hasta ahora no lo han hecho, pero me parece muy respetuoso como se han llevado las cosas, aunque no estoy de acuerdo con la violación de la autonomía universitaria que se ha venido dando, pero ciertamente han actuado de otra manera, porque no los hemos visto actuando de forma violenta en la universidad ni tomando espacios, ni golpeando, ni nada.

-¿Cómo es la relación entre tu responsabilidad en la FCU y tu militancia en el partido?

R: En la directiva de mi partido tengo un cargo regional por ser el mayor cargo de representación estudiantil, pero, ciertamente si hay una balanza entre estos dos. Dado que fui candidata a la federación y el único partido que me respaldó fue Primero Justicia, puedo decir que el movimiento estudiantil, aunque es independiente y autónomo, si tengo fuertes vinculaciones con mi partido que es Primero Justicia, pero hay una balanza que no me impide en nada hablar del movimiento estudiantil y hablar desde el seno del partido.

-¿Cómo es la universidad con la que sueñas?

R: La universidad con la que sueño es una universidad sostenible, como te comenté en primera instancia, si bien mi eslogan de campaña y el que mantengo todavía es la Universidad que yo quiero, la universidad que todos queremos. Realmente la universidad que todos queremos es una universidad sostenible, que no tenga que ver con los gobiernos de turno, ni dictatorial o democrático, como lo queramos ver, sino una universidad que pueda generar sus ingresos propios y pueda mantenerse y vivir de ellos. Esa universidad estoy muy segura que, si en futuro o ahorita lo logramos, vamos a construir un futuro mejor para todas las casas de estudio del país.

-¿Qué mensaje le darías a los jóvenes en Venezuela que te ven como un ejemplo a seguir?

R: Que no se rindan. Que este país va a cambiar más temprano que tarde, la justicia tarda, pero llega. Que Dios no se olvida de nosotros, y que esta es una guerra del bien contra el mal. Yo soy muy espiritual, y le doy muchas gracias a Dios, porque cada cosa que ha hecho en mi vida ha sido estratégicamente porque el necesita que esté en lugares donde él quiere que esté, pero sé que también esto es un propósito y por eso no podemos rendirnos.

A los jóvenes que me ven como un ejemplo a seguir, a los que están en Venezuela, que resistan, que falta poco para que esto se acabe. A lo mejor sería incierto y hasta poco irresponsable decir que falta poco, pero la intuición y por todo el contexto nacional me atrevería a decir que, si queda poco, y que este país va a cambiar y que vamos a salir adelante, y que seremos no el mismo país, sino un país mejor, exitoso y lleno de oportunidades para todos.

-Con respecto a nuestra situación política, ¿Eres pesimista u optimista?

R: Soy demasiado optimista. De hecho, esa es una de las razones por la cual aún me mantengo en Venezuela, porque si creo que el modo de ver el país es lo que te dice que te vas a quedar o te vas a ir. Si lo ves de forma pesimista vas a buscar todas las formas para irte, y si lo ves de forma optimista y crees que va a cambiar y que vamos a salir adelante y que esta pesadilla se va a acabar, te vas a quedar a construir país, porque eso es lo que hacemos cada uno de nosotros.

“Sin duda alguna el reto más importante que me ha tocado asumir es restearme ante la dictadura y hacerle frente sin tener miedo”

-Luego de la FCU, ¿Qué viene para Yeissel Pérez?

R: Voy a estar donde Dios me diga que voy a estar, pero ciertamente este es un camino labrado, que hemos construido. No solamente es Yeissel Pérez, detrás de mi hay un equipo grandioso de jóvenes que me han apoyado y me han respaldado. No me atrevería a decir que es lo más próximo, pero mi sueño desde chiquita es ser presidenta de Venezuela. Entonces, pa’ allá vamos, no sabemos que es lo que viene después de la FCU, pero sabemos que va a continuar la carrera política.