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Francisco Santos fue Vicepresidente de Colombia entre 2002 y 2010. También sirvió como embajador de Colombia en los Estados Unidos y es un periodista con amplia trayectoria.

En Politiks conversamos con él sobre el álgido momento político que vive Colombia y la restauración de relaciones con Venezuela.

Esta entrevista fue editada por razones de extensión y claridad.

-Se cumplieron dos meses desde la asunción de Gustavo Petro como presidente de Colombia. Respecto a Venezuela, ¿Cuál es su balance hasta ahora? ¿Cuáles han sido los aciertos y errores del nuevo gobierno?

Más allá de aciertos y errores, lo que hay es una mirada distinta, una mirada ideológica, una mirada que no está para nada de acuerdo con la realidad de lo que pasa en Venezuela.

Lo que hay es una falta de análisis de un país totalmente capturado por organizaciones criminales. Un país donde no hay un Estado. Entonces, hay una mirada ingenua de lo que es la Venezuela de hoy.  Se va a abrir la frontera y te arman un show. La frontera nunca se cerró, la cerró Maduro, pero la frontera seguía abierta porque todo el mundo entraba por las trochas.

Esto lo que hace es crear facilidades a la gente, que me parece bien. Nombró un embajador que lo que ha hecho no es representar a Colombia, al convertirse en el vocero de Maduro. Entonces, los colombianos no tenemos un embajador allá. Lo que no sabemos es que lo que sí tenemos es un negociante. Lo que ha dicho él es que va a hacer negocios.

Pero cuando uno ve para hacer negocios en Venezuela, pasa por estar enchufado, tener los contactos y, en muchos casos, manejar el dinero que viene del narcotráfico y del oro ilegal, un dinero que no es limpio.

De esa ingenuidad creo que es poco lo que va a quedar. Me parece que el presidente ha sido astuto al no reunirse con Maduro todavía. Lo que tenemos que hacer en Colombia es subirle el costo a esa reunión, porque uno no puede tener un enfoque en Colombia que defiende los derechos humanos y otro discurso frente el resto del mundo, que es un poco lo que ha hecho el canciller y el presidente, de que los derechos humanos de las personas que viven fuera de Colombia no importan.

-Y si nos adentramos un poco en Colombia, ¿cómo vislumbra el crecimiento de su país con la Reforma Tributaria que ha propuesto Petro?

Eso va a ser un desastre. En un mundo que entra en recesión, aumentar la tributación de esa manera va a causar un freno a la economía que va a ser mucho más de lo que ha presupuestado el FMI o el Banco Mundial para Colombia.

Ese problema va a ser mucho mayor. Nos vamos a enfrentar a él creo que a mediados del año que viene. Petro va a tener en sus manos una revolución ciudadana muy grande en la que, además, estoy dispuesto a participar, porque creo que gran parte del problema que vamos a sufrir a mediados del próximo año va a ser fruto de este gobierno y de sus políticas económicas equivocadas.

-Pocas semanas después del ascenso de Petro ocurrió una multitudinaria marcha en todo el país contra sus propuestas y medidas. Sin embargo, buena parte del estamento político colombiano ha entrado al gobierno y la oposición no tiene un referente claro. ¿Cuál es su lectura del actual estado de la oposición colombiana?

Esa manifestación muestra que hay un 72% del país que no votó por Petro. Ahí se movió un pedacito. Creo que lo que hay que hacer es movilizar mucho más.

Hay un gobierno que tiene capturado a unos partidos políticos pero sobre la base de la corrupción. No es una captura ideológica, no. Es: “Yo te entrego plata y presupuesto para que te lo robes. Yo te entrego puestos para que nombres a tus amigos, pero tú me apruebas esto en el Congreso”.

Esa es la negociación que hay, que no es nueva, los gobiernos anteriores también lo hicieron, entonces el “gobierno del cambio” en ese sentido no cambió nada.

Lo que sí es cierto es que no es un gobierno igual a los demás. Tiene un origen y una mirada distinta, que es anti establecimiento, que quiere destruir el establecimiento. En ese sentido, esos políticos que piensan que ese señor se va a ir y no va a acabar con el establecimiento, están equivocados.

El ciudadano lo tiene más claro. En la marcha yo hablé con muchas personas que me decían “gracias por estar acá”, y yo les decía “no, usted no me tiene que dar las gracias a mí. Lo importante es que entienda que esta es la primera de muchas y es la más sencilla, que la siguiente seguramente van a haber enfrentamientos y todo”. La gente me decía: “Sí, lo sabemos, porque estamos defendiendo la democracia”.

Creo que lo que se despertó fue eso. Hay que saberlo canalizar. En un momento en el que Petro conduce a este país a una ruina parecida a la de Venezuela, no cabe duda que va a pasar algo similar a lo de Sri Lanka, donde los ciudadanos acaban entrando al Palacio de Gobierno e irrumpiendo completamente en el poder político.

-Álvaro Uribe ha moldeado los destinos de Colombia en los últimos 20 años. Sin embargo, en los últimos meses se ha debatido el rol que tendrá en esta nueva etapa. ¿Cuál considera que debe ser el rol de Uribe en la oposición a Petro?

Creo que él ya está consolidando una especie de espacio donde apoya lo bueno y no apoya lo malo. Me parece que eso ha sido siempre de acuerdo con su personalidad. Cuando fue presidente, trabajó muy de la mano con los gobiernos de Samuel Moreno en Bogotá, Antonio Navarro en Pasto…

Es un hombre que entiende la posición del Estado, pero también entiende que está desgastado. Que ese desgaste fue hecho a propósito para destruir su figura de caudillo. Tiene que ser muy cuidadoso con eso. Él entiende eso, pero sabe que lo que está en juego es la democracia, que cuando toque movilizarse y ser muy duro con los temas del gobierno, lo va a hacer.

"[Uribe] entiende que está desgastado"

Uribe no va a estar en la cabeza [de la oposición a Petro], pero va estar ahí detrás. Considero que aún tiene un gran poder de convocatoria sobre 3-4 millones de colombianos. Creo que quienes lo odian se han empezado a dar cuenta de la serenidad y seriedad que tiene. Esas narrativas y ese odio han generado una visión equivocada de lo que es Álvaro Uribe.

-Entre sus primeras medidas, Petro decidió reconocer a Maduro como presidente de Venezuela. Hasta ahora, el restablecimiento de relaciones no ha traído mayores resultados. ¿Considera conveniente para Colombia relacionarse con lo que usted ha llamado “la Somalia de América Latina”?

No. Ha sido un error total. Me parece que ha mandado el mensaje equivocado al decir que allá los 300 presos políticos no valen nada. Es incoherente. El señor Petro habla de la destrucción de la Amazonia. Vaya a Venezuela y vea la destrucción de la Amazonia.

La Amazonia y los derechos humanos no son unos acá y otros allá. Allá están destruyendo más Amazonia que acá por cuenta de la explotación minera ilegal. Entonces es una incoherencia absoluta. Me parece desafortunado, pero por eso es que tenemos que hacerle pagar un costo político al señor Petro.

-El presidente Petro nombró a Maduro como garante de las negociaciones con el ELN. ¿Es Maduro un garante confiable considerando que ha dado santuario a la guerrilla en Venezuela?

No solo ha dado santuario al ELN y a las FARC. Hace poco el Alto Comisionado de Paz de Colombia estuvo hablando con Iván Márquez en un hospital allá en Fuerte Tiuna, Caracas. Es decir, Márquez, un delincuente internacional, está protegido en Venezuela.

El ELN se ha convertido en parte de la estructura del aparato militar venezolano. Está integrado. Es la primera línea de defensa. Entonces, no es un garante, es solo un proceso de negociación en el que no sé cuál va a ser el papel que va a jugar Maduro.

"El ELN se ha convertido en parte de la estructura del aparato militar venezolano"

Me imagino que busca preservar su influencia sobre el ELN para que no cometan más barbaridades de las que ya cometen allá, pero ese proceso no va a traer paz ni a Colombia ni a Venezuela.

-En un mensaje de Instagram en ocasión a la primera vuelta de las elecciones presidenciales dijo: “vota bien para no acabar como Venezuela”. Con Gustavo Petro, ¿Colombia corre el riesgo de enfrentar un colapso similar al de Venezuela?

Si. Si nos dormimos, si. Si permitimos que hagan lo que quieran, si. Si no tenemos una sociedad movilizada y activa, si. Si no tenemos a un empresariado que se despierte, que no se ha despertado, si.

Con lo de la marcha yo lo decía. La gente tiene claro que Colombia aguanta cuatro años del desastre de este señor, pero no más tiempo. La línea que no podemos cruzar es que este señor esté un día más, porque sabemos que el desastre de este señor va a generar graves problemas económicos que van a afectar a los mismos que lo apoyan.

Francisco Santos

Lo que no me cabe duda es que si no defendemos a la democracia, la vamos a perder como pasó en Venezuela.

-Me parece interesante que comente que el empresariado colombiano aún no ha despertado en referencia a lo de Petro. Las iniciativas que ha tenido la empresa privada para, por ejemplo, discutir el tema tributario, ¿no lo ve como esa clase de iniciativas?

No. Considero que el empresariado tiene que ser muchísimo más agresivo y dejarle claro a los ciudadanos el peligro que representa Petro. Eso se hace con campañas masivas en radio, en TV, en prensa y sobre todo en redes sociales, diciendo: “Esta reforma tributaria lo va a empobrecer a usted, señor tendedero. Va a hacer que usted pierda su empleo, señor trabajador. Va a desaparecer la clase media…”

"Si no defendemos a la democracia, la vamos a perder como pasó en Venezuela"

Hay que dejar claro a lo que está jugando Petro con esta reforma tributaria. Entonces, me parece que están dormidos. No han entendido que Petro es totalmente distinto a lo que venía antes y que hay que enfrentarlo de forma totalmente distinta.

-En ese sentido, ¿considera que algún líder de la oposición debería tomar la iniciativa y empujar a este empresariado? Siendo así, ¿quién podría ser?

No lo veo, pero en algún momento aparecerá.

-¿Qué debería hacer la comunidad internacional para colaborar respecto a una solución del caso venezolano?

Tienen que jugárselas todas para que en 2024 haya elecciones libres. ¿Como? No sé. Porque al socialismo del siglo XXI no le interesa la democracia. No le interesa un CNE nuevo e independiente, todos los partidos devueltos a sus dueños, todos los presos libres, toda la libertad de prensa, un nuevo registro electoral… y otras pocas condiciones más.

Estoy seguro que si se logran elecciones libres en 2024, Maduro y su banda pierden, pero eso no quiere decir que Venezuela cambie, porque destruyeron a Venezuela. No hay instituciones, la fuerza pública está corrompida de la A a la Z. La economía la acabaron.

"Si se logran elecciones libres en 2024, Maduro y su banda pierden"

Reconstruir Venezuela va a tomar dos décadas, pero el primer paso hay que darlo. Ese primer paso son unas elecciones libres. Mientras no haya eso, hay que seguir apretando durísimo a los mafiosos. A eso no es que van a llamarlos presidente, ministro.. No, eso es una organización criminal. No nos podemos engañar.

-Última pregunta, ¿Es optimista respecto al futuro de Colombia?

Digamos que soy moderadamente pesimista. Veo opciones de que esto no se vaya al traste. Veo cuatro años muy difíciles, pero la marcha me hizo ver a un país que está dispuesto a dar la pelea. Este es un país resiliente. Ya hemos resistido. Este es un país que tiene claras las cosas y que en algún momento se va a levantar.

Lo que Petro no entiende es eso. No entiende que el 72% de los colombianos no votaron por él y se pueden levantar. Incluso, ese levantamiento puede terminar siendo armado.

Esos son los peligros que Petro tiene que entender, porque eso sería lo peor que le puede pasar a Colombia. Ese 72% de los colombianos está hoy listo esperando a ser convocado y dar la batalla.

Que la verdad, quienes estamos de este lado esperamos que sea pacífica, y debe ser pacifica, pero también tenemos que poner el semáforo en amarillo. Petro tiene que ser muy consciente de ello.

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